Contexto de la entrevista (noviembre 2016)
Agustín Comotto, autor de una novela gráfica sobre la vida de Simón Radowitzky, presentó su trabajo en la librería Barra/Llibre de la plaza d´Osca, el 10 de noviembre de 2016.
Comotto había invitado a Octavio Alberola, que vive en los alrededores de Perpiñán, y le había organizado una breve estancia de éste en Barcelona. El motivo de la asistencia de Octavio a la presentación del cómic biográfico sobre Radowitzky se debía a que lo había conocido personalmente en México en sus últimos años de vida.
Ya conocía a Agustín Comotto y a Octavio Alberola desde años atrás y en cuanto supe que Comotto estaba trabajando sobre la biografía de Radowitzky, recordé que Alberola había asistido a su entierro en México, en 1956. Se lo comuniqué a Comotto y le facilité el correo electrónico de Alberola. Ambos se encontraron en Perpiñán, donde Octavio le contó a Comotto lo que recordaba de Simón.
Desconozco cómo trabajan otros ilustradores o novelistas gráficos, pero la labor investigadora de Agustín Comotto me dejó sin aliento. Pocos meses después Comotto viajó a México para conocer la casa y el barrio donde Simón había pasado sus últimos años de vida. Las viñetas mexicanas no eran algo inventado o imaginado, sino dibujos tomados de la realidad. Igual había sucedido con las viñetas del penal de Ushuaia donde Simón estuvo preso durante 21 años. Cada viñeta respondía a una foto tomada en el lugar de los hechos.
Yo había sido ya testimonio de esa minuciosidad y precisión de Comotto, cuando ambos visitamos la sede del Fomento del Trabajo de Cataluña, que durante la Guerra civil había sido conocida como Casa CNT-FAI. Increíblemente en la sede de Fomento se conserva no sólo la escalera de caracol que da acceso al primer piso desde la planta baja, que tantas veces había visto en diversos documentales; sino que se conserva casi intacta toda la primera planta, como en 1936..
Comotto tomaba fotografías de todo; fotografías que luego trasladaba con sus lápices a las viñetas. El pasillo con el techo embellecido con molduras rectangulares; el Salón Rojo con el mural grisáceo de Sert (donde se votó favorablemente el colaboracionismo de la CNT); el despacho de Federica Montseny y del Peninsular de la FAI; la sala del Comité Regional con pupitres adosados que conforman el hermoso hemiciclo de madera; el balcón sobre la vía Layetana, antaño lleno de sacos terreros y ametralladoras, donde se había colgado el retrato de Durruti en la ceremonia de su entierro, etcétera.
Soy, pues, testigo de que las viñetas del cómic donde se reproducen estancias de la Casa CNT-FAI no son fruto de la imaginación o la especulación, sino fieles reproducciones de las fotos tomadas en el lugar. Son fruto de un trabajo de investigación detallado, preciso y riguroso que ya quisiéramos encontrar en la mayoría de libros firmados por historiadores profesionales de prestigio inmerecido y best-seller asegurado..
Al día siguiente de la presencia de Octavio Alberola en la presentación de la novela gráfica de Agustín Comotto sobre Simón, y algunas horas antes de su regreso en tren a Perpiñán, algunos amigos y conocidos de Comotto y Octavio fuimos convocados en el Ateneu de Can Batlló, junto a la sede de ediciones Descontrol.
Allí pudimos charlar agradable y sosegadamente con Octavio. La entrevista fue grabada y más tarde se subió a Internet1.
Estábamos, entre otros, Agustín Comotto, ilustrador y autor de la novela gráfica 155-Simon Radowtizky; Agustín Guillamón, historiador y trapero; Andrea Benites Dumont, periodista de la revista Contramarcha de Madrid; Manel Aisa, escritor, activista social y presidente del Ateneu Enciclopèdic Popular de Barcelona; David Alfara Camins, responsable del Centre de documentació dels moviments socials de Can Batlló e integrante de Ediciones Descontrol y María Colomer, cámara y responsable de edición del vídeo.
Creo que la entrevista fue interesante y muy variada, en cuanto respondió a intereses sociales y culturales muy diversos, correspondientes a las actitudes, afinidades y objetivos de cada uno de los participantes, de edades y oficios muy distintos.
A raíz de la entrevista quedé con Octavio que le enviaría un cuestionario escrito de carácter estrictamente biográfico e histórico. El me respondió algunos días más tarde a las preguntas enviadas por correo electrónico. El fruto es esta entrevista que el lector tiene ahora en su manos.
Entrevista
¿Naciste en una familia anarquista? ¿Puedes hablarnos de tu padre José Alberola?
Sí, porque mi padre era maestro racionalista en escuelas mixtas creadas por los afiliados a la CNT y mi madre colaboraba con él en las actividades escolares. Mi padre militaba también en la CNT y participaba activamente en las campañas de propaganda de esta organización como orador en mítines y polemista en debates.
Llegaste a México con 11 años a bordo del Ipanema, a mediados de 1939. ¿Con qué otras familias exiliadas tenías contacto? Los Ocaña, los Carbó, los Marcet…
Con muchas de las familias libertarias exiladas, aunque en particular con las familias Ocaña y Viadiu.
¿Qué estudios realizaste?
Estudios universitarios de ingeniería civil y de ciencias y filosofía.
¿Cómo te iniciaste en México en la militancia anarquista?
Comencé a participar en los movimientos estudiantiles desde la Preparatoria en Jalapa, la capital del Estado de Veracruz, en donde mi padre había fundado el Colegio Cervantes. Luego, desde mi inscripción en la Universidad Nacional Autónoma de México, seguí participando en esos movimientos y al mismo tiempo comencé a frecuentar los medios anarquistas exilados y mexicanos. En particular con los que editaban el periódico REGENERACIÓN.
En octubre de 1948 fuiste detenido por haber fijado en las calles de México DF un manifiesto de las Juventudes Libertarias (JJLL): ¿Existía un peligro de expulsión y envío a España de los tres detenidos que eran exiliados españoles? ¿Esas JJLL eran una organización arraigada y numéricamente importante?
Fuimos detenidos cuatro jóvenes (tres hijos de exilados y uno mexicano) que formábamos uno de los cinco grupos de las JJLL mexicanas que acabábamos de fundar. No, no era una organización arraigada, era incipiente y numéricamente no muy importante. Debíamos ser una cincuentena, entre hombres y mujeres. Se había comenzado como grupo de teatro.
¿En los años cincuenta estuviste en contacto con el Movimiento del 26 de julio? ¿En esa misma época entraste en contacto con los anarquistas cubanos que huían de la dictadura de Batista?
Sí, primero fue con exilados latinoamericanos y cubanos y luego más activamente con los del Movimiento del 26 de Julio que lideraba Fidel Castro. Fundamentalmente les ayudaba en actividades de propaganda y solidaridad activa con los que estaban en las guerrillas en Cuba. Fue luego del triunfo de la insurrección contra el dictador Batista que entré en contacto con los anarquistas cubanos que comenzaron a ser perseguidos por los comunistas infiltrados en el Movimiento 26 de Julio.
¿Cuándo y por qué motivos empezaron tus críticas al castrismo?
Ya antes del triunfo de los “barbudos” había tenido polémicas con los representantes del castrismo en México por el excesivo protagonismo que le daban a Fidel y a su movimiento sobre los otros grupos que luchaban contra Batista y tras el triunfo llegó rápido el rompimiento al hacer alianza Fidel con los comunistas y olvidarse del compromiso que teníamos de ayudarnos en la lucha contra el franquismo.
¿Puedes hablarnos de tu viaje de México a Europa de noviembre de 1957 hasta febrero de 1958?
Ese viaje pude hacerlo por haber ganado un premio en la TV mexicana y haber conocido a mediados de 1957 a Irene, que era secretaria del director de un periódico mexicano, ZÓCALO, que nos ayudó para que pudiéramos estar cuatro meses por Europa haciendo reportajes para dicho periódico; pues yo quería ver cómo estaba la oposición antifranquista en Europa y en España. Lo hice con una documentación falsa y así pude entrevistarme con miembros de diferentes grupos de esa oposición, fuera y dentro de España. Inclusive “visitar” el Valle de los Caídos, que todavía no había sido inaugurado, y hasta hacer fotos que salieron en ZÓCALO.
¿Qué era el ME59 (Movimiento Español 59)?
Este Movimiento se constituyó a principios de 1959 en México tras el triunfo de los “barbudos” de la Sierra Maestra y estaba formado por jóvenes exilados españoles de todas las tendencias del exilio, incluyendo por primera vez a los comunistas. Se trataba de apoyar a la Revolución cubana y a cuantos luchaban en España contra el franquismo. Pronto surgieron divisiones por la posición de los comunistas que maniobraban para oponerse a la lucha armada y utilizar el ME59 como respaldo a su política de “reconciliación” en España. Tras la muerte del Quico Sabaté fue la ruptura y los jóvenes republicanos lo abandonaron junto con los libertarios, que habíamos comenzado prácticas de guerrilla…
¿Cómo te impactó la muerte de Quico Sabaté en enero de 1960?
Mucho. Tanto por lo que significaba como también porque Joaquín Delgado, al que yo había conocido en mi viaje a Europa en 1957-58, estaba en contacto con él y me había informado de la intención del Quico de volver a España con un grupo, y yo le había dicho que tratara de disuadirlo, por estar a punto de producirse la unidad de la CNT y con ella el relanzamiento de la lucha contra Franco…
A finales de 1960, como coordinador de defensa de la CNT mexicana, preparaste en Caracas, junto a García Oliver y Juan Pintado, un atentado contra Franco, previsto para el verano de 1961 ¿Por qué se suspendió tal proyecto? ¿Conociste a Julián Merino exiliado en Venezuela?
Durante el proceso de reunificación el SI (Secretariado Intercontinental) de la CNT se había puesto en relación con Juan García Oliver y un grupo de cenetistas de Venezuela (entre ellos Campà) invitó a García Oliver y a Juan Pintado, secretario de coordinación del SI a ir a Caracas para entrevistarse con el secretario de la central sindical venezolana STV, que había prometido ayuda para la lucha contra Franco (este venezolano había estado preso con dos cenetistas refugiados en Venezuela por un atentado contra el dictador Rojas Pinilla). Pintado le dijo a García que en Caracas le informaría de un proyecto de atentado del SI contra Franco en San Sebastián. Tras reunirse Pintado con García en Caracas, Juan me dijo que me reuniera con ellos urgentemente para este asunto. Viajé enseguida a Caracas y quedamos en que tanto Florico Ocaña como yo participaríamos en dicha acción… Pasó el tiempo y a los pocos meses de comenzado el año 1961 Pintado informó que habían suspendido el proyecto por la inminencia del Congreso de reunificación que iba a celebrarse en Limoges… En Caracas conocí a varios compañeros y es posible (casi seguro) que haya conocido a Julián Merino; pero no lo recuerdo…
¿Cómo se desarrolló el congreso de Limoges de agosto de 1961? ¿Cuál fue tu intervención?
La suspensión de esa acción fue lo que nos decidió a venir yo a Francia para saber si había o no la voluntad de hacerla y fue por eso que los compañeros afines a la acción decidieron proponer a la asamblea de la CNT de México, previa al Congreso, que se aprovechara mi viaje (yo me lo pagué) para que asistiera al Congreso como delegado de la CNT de México. En el Congreso defendí los acuerdos de la CNT de México, que por mayoría eran pro unidad y pro relanzamiento de la lucha activa antifranquista. Mi impresión se confirmó: el movimiento libertario seguía de hecho dividido en dos: los partidarios del inmovilismo y los de la acción.
¿Cómo se constituyó Defensa Interior (DI) a raíz de la unificación cenetista de 1961? ¿Cuáles eran sus principales objetivos, cuál fue su actuación y cómo se disolvió en 1965?
A pesar de esa división de facto, la mayoría era partidaria de la unidad y de la acción y por eso los acuerdos acabaron reflejando esa posición. Fue decisiva, además, la posición del Comité de la CNT de España, ya reunificada, que estaba presente (clandestinamente) en el Congreso. En esas condiciones, el inmovilismo se apresuró a copar la ponencia sobre la lucha y presentó una (la del DI) muy ambigua (constituir un grupo para preparar…); pero que afirmaba la necesidad de la lucha activa. De ahí que esa ponencia fuese aprobada a la unanimidad… Tras el Congreso asistí al Pleno de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL) en Toulouse, en el que se aprobó el reingreso de la FIJL en la Comisión de Defensa y exigir la constitución del DI. Yo me había comprometido a integrarme al DI, en representación de la FIJL, si este organismo llegaba a constituirse. Volví a México, tras pasar por Madrid, en donde debía reunirme con el Comité de la CNT del interior para darme una carta en la que ellos delegaban a Juan García Oliver para representarles en el DI. No pude tener esa reunión porque poco antes se me informó que los compañeros de ese comité habían sido detenidos. De vuelta a México y tras algunos meses de espera se nos informó que se había constituido el DI y que García y yo habíamos sido designados entre los siete componentes del DI. En marzo de 1962 salí de México para integrarme al DI. En la primera reunión leí un documento, firmado por García Oliver y yo, en el que se describía nuestra concepción de lo que debía ser la línea de acción del DI y su modo de funcionamiento, que fue aprobado. El DI quedó compuesto de dos secciones: una para la propaganda y la otra para la acción, que debía ser simbólica (para sensibilizar la opinión pública) y solo contra la persona del dictador sería con todas las consecuencias… Esgleas reclamó la propaganda, Llansola la “cabeza” (Franco) y los demás quedamos encargados de la acción simbólica… Y yo quedé encargado (por ser el que estaba más disponible) de la coordinación del DI. Así comenzó para mí un periodo de clandestinidad que duró hasta mi detención en Bélgica a principios de 1968. Como es sabido, Esgleas no hizo nada y dimitió unos meses después de la primera reunión y Llansola tampoco hizo nada y también dimitió… Yo intenté, como coordinador del DI, reunirme con ellos varias veces sin lograrlo; porque comenzaron a decir que ellos solo informarían y darían cuentas al secretario de coordinación del SI de la CNT (Ángel Carballeira). Fue así como tanto la acción como la propaganda la hicimos los demás miembros con los grupos que se había podido constituir, incluido el atentado contra Franco en San Sebastián en el verano de 1962, para el que se contó con Cipriano Mera y Juan García Oliver que había venido a Francia. Tras la detención y ejecución de Granado y Delgado y las detenciones de jóvenes libertarios en Francia, así como de Mera y Pascual, las autoridades francesas autorizaron la celebración del Congreso de la CNT en Toulouse (?) para que Esgleas fuese elegido secretario de la CNT y el DI quedara paralizado; pese a que el Congreso (al que no se informó de la dimisión de Esgleas y Llansola del DI) había aprobado la gestión del DI. Todo esto está descrito en nuestro libro editado por Ruedo Ibérico en 1975 y reeditado por VIRUS en 2004.
DI sufrió los continuos ataques del sector “purista” dirigido por Germinal Esgleas y Federica Montseny. ¿Puede afirmarse que ese sector burocratizado (que había hecho de la ocupación de cargos retribuidos en CNT su modus vivendi), saboteó las acciones de DI?
Es una obviedad, aunque ellos lo justifican con la excusa de que su objetivo era preservar la continuidad de la organización en el exilio, que las autoridades francesas amenazaban de poner fuera de la ley si se continuaba apoyando la acción contra Franco.
¿Qué otros militantes, además de los históricos Cipriano Mera y García Oliver, formaban parte de DI? ¿Puede decirse que tu papel era el de coordinador de DI?
Además de Esgleas, Llansola, García Oliver, Mera y yo, estaban Juan Jimeno, de Marruecos y Acracio Ruiz de Inglaterra. Lo de la tarea de coordinación lo he explicado antes.
¿El fracaso del atentado del Palacio de Ayete en agosto de 1962 se debió a la incapacidad de Llansola o a un aviso a la policía española? ¿Existía un confidente?
Lo de Ayete se puso en marcha tras negarse Llansola a decirnos cómo iban sus preparativos… Enseguida tuvimos la convicción de que no hacía nada y por eso se activó la segunda opción “cabeza”. Fracasó por una cuestión técnica (la duración de la batería) que no permitía esperar a la llegada (incierta) de Franco a San Sebastián, y que nos obligó a Mera, García Oliver y yo de tomar la decisión de hacer estallar los explosivos antes de que la pila dejara de funcionar. Pero no fue un fracaso ya que se logró eso y todos los participantes en la acción pudieron volver a sus bases…
A raíz del fracaso del atentado a Franco, García Oliver decidió, con el acuerdo de Cipriano Mera y tuyo, regresar a México (después de tres meses de participación en la preparación de la operación): ¿se trató de una decisión fundamentalmente económica (reducir sus gastos de estancia en Francia y recaudar fondos en México) o era la constatación de un fracaso?
No, García Oliver prosiguió y acompañó luego a Santamaría, secretario de la CNT, al Congreso de la CIOLS en Berlín; pues Santamaría se había comprometido con él a pedir a esa organización ayuda económica para atentar contra Franco (teníamos el otro proyecto a realizar en Madrid). Lo que paso es que Santamaría no convenció a los demás miembros de la Alianza Sindical (UGT y STV), en la que la CNT participaba, que le apoyaran para presentar a la CIOLS el pedido de ayuda y no se atrevió (?) a hacerlo solo… y a romper la Alianza Sindical. Por eso García Oliver se marchó muy enfadado de Berlín… Fue entonces, tras la vuelta a París de García Oliver, que Santamaría me llamó a esos de las 20 horas para decirme que le había conseguido una entrevista a Juan con el Secretario general de la CIOLS para la mañana siguiente en un hotel en Ginebra… Pero que García Oliver debía estar antes de las diez de la mañana, pues el de la CIOLS tenía que salir para los USA. Además de que era imposible llegar a la cita, a García Oliver le pareció eso muy poco serio y sin ninguna garantía de conseguir nada… Se cabreó mucho y, poco después, fue tras una reunión con Mera y yo que, tras analizar la situación, estuvimos los tres de acuerdo en que lo más conveniente era su vuelta a México: tanto para reducir gastos como para que él tratara de conseguir ayuda allá…
¿Qué puedes decirnos de la brutal ejecución a garrote vil de Joaquín Delgado y Francisco Granados en agosto de 1963?
Ya te supondrás lo que eso significó para nosotros en aquellas circunstancias, a lo que debes añadir –además de la represión en Francia- la actitud de sabotaje del sector inmovilista y el miedo de Santamaría, que recibía la presión de las autoridades francesas. Fue entonces que Boticario me dio una cantidad de francos para que pudiera volverme a México. Yo los acepté y consulté con Mera y los demás compañeros, y decidí quedarme y seguir en la clandestinidad… Pues las Juventudes habían planteado en la Comisión de Defensa la resolución del problema de la impugnación que Mera y yo habíamos hecho por las dimisiones de Esgleas y Llansola.
Puede decirse que DI ya había desaparecido prácticamente en octubre de 1963, aunque lo hiciera formalmente en el congreso de Montpellier de 1965
Es sabido que Esgleas maniobró para que pasara el tiempo y no se aclarara en la Comisión de Defensa lo de su dimisión y la de Llansola, y que espero hasta 1965 para enterrar orgánicamente el DI. Aunque ya desde octubre de 1963 el DI quedó paralizado… Todo lo que se intentó en ese tiempo fue con la ayuda de la FIJL.
¿Qué relación tuviste con el Grupo Primero de Mayo?
En realidad, el Grupo Primero de Mayo nunca existió como “grupo” específico. Era la misma estructura juvenil del Dl que siguió la lucha con la ayuda exclusiva de la FIJL y algunos cenetistas. Fue la denominación que se utilizó para revindicar la acción de Roma (secuestro de Monseñor Ussía) que Luis Andrés Edo revindicó en Madrid en una conferencia de prensa clandestina. Yo seguía coordinando y participando en las acciones.
En febrero de 1968 fuiste detenido en Bruselas, junto a tu compañera Ariane, detención que frustró el secuestro de Ullastres: ¿de qué os acusaban?
Como la detención fue antes de que se realizara la acción, las autoridades belgas solo pudieron retener contra nosotros papeles falsos y posesión de dos pistolas…
¿Estuviste en el congreso anarquista internacional de Carrara, reunido en septiembre de 1968, como representante de las JJLL? ¿Hubo un enfrentamiento directo de la vieja guardia (Esgleas y Montseny) contra las JJLL?
Estuve clandestinamente… Le representación de la FIJL la llevaba, si no mal recuerdo, Tomás Ibáñez. Sí, se produjo ese enfrentamiento porque gran parte de la “vieja guardia” estaba en la misma posición inmovilista frente a los jóvenes que Esgleas y Montseny.
[Nota de edición. Alberola nos comenta lo siguiente en referencia a esta pregunta: “reflexionando me he dado cuenta de que no estuve en Carrara en 1968. Confundí con un viaje clandestino a Italia con Tomás, que debe haber sido en 1966 o 67. En Carrara estuve; pero fue en 1958“]
En mayo de 1974, tras la liberación del director del Banco de Bilbao, de París, que había sido secuestrado para denunciar la ejecución de Salvador Puig Antich, te detuvieron junto a otros nueve compañeros. En 1981, ya muerto Franco, os hicieron un juicio penal que finalmente os absolvió por falta de pruebas. ¿Puedes hoy, 35 años después de los hechos, explicar tu intervención en esa acción? ¿Inocencio Martínez, era un policía infiltrado que ya había actuado en la detención de Bruselas?
Tras la detención de Puig Antich en Barcelona y ante la perspectiva de que fuera condenado a muerte y ejecutado, un grupo de anarquistas franceses de Toulouse me pidieron mi colaboración para montar una acción de solidaridad activa para tratar de salvar al joven anarquista catalán. Yo estaba entonces en arresto domiciliario en Bélgica. No obstante y a pesar de que mi presencia podía significar un riesgo, los compañeros insistieron y yo acepté. Vine a Francia clandestinamente y les ayudé a preparar la acción y luego acepté encargarme de lo del “rescate” por considerar que eso sería eficaz para proteger al grupo que haría e hizo el secuestro. Finalmente eso funcionó, puesto que me detuvieron a mí y a otros compañeros y compañeras; pero nunca pudieron descubrir al grupo que hizo la acción. Lo que al final fue decisivo para que en 1981 fuésemos absueltos. Sí, Martínez, resulto ser un confidente (no era policía) y fue entonces que comprendimos por qué las autoridades belgas habían podido detenernos.
¿Qué es la violencia revolucionaria?La violencia revolucionaria es toda acción que tiene por objetivo oponerse a la violencia del sistema opresor, para testimoniar activamente la solidaridad hacia las víctimas de la opresión y poner fin a la violencia del hombre sobre el hombre, condición sine qua non para la emancipación.
¿Crees que la separación entre marxistas y anarquistas sigue siendo vigente?
Mientras unos y otros sigan pensando y actuando dogmáticamente, la separación seguirá vigente; pero si piensan y actúan sin sectarismos acabarán encontrándose en las luchas concretas contra la explotación y la dominación.
¿Tu familia actual es anarquista?
Si se ve mi trayectoria se verá que, para mí, la familia la forman todas las personas con las que, en cualquier circunstancia, me relaciono y establezco lazos de amistad y de intercambio de sentimientos solidarios. No sé si lo he conseguido; pero lo he intentado y lo sigo intentando.
¿Quieres añadir algo más?
¡Salud!
Barcelona, 11 de noviembre de 2016/Perpignan, 16 noviembre 2016
[Publicada como folleto por FELLA (marzo 2017). Publicada en el número 96 de la revista Libre Pensamiento (otoño 2018)].
Nota
1 Entrevista a Octavio Alberola, histórico militante anarquista, grabada en el espacio Centre de documentació dels moviments socials de Can Batlló, Barcelona. 11-11-2016.
FUENTE: SER HISTÓRICO
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